(Ensayo) Así es la vida, nacer y morir...

[Sotelino]

Ángel de la pena. 1894. William Wetmore Story. Lápida a la memoria de su mujer "Emelyn" en el Cementerio Protestante de Roma.


He vivido, ¿mucho, poco? Supongo que es una medida relativa; pero lo cierto es que creo que he vivido lo suficiente para expresar todo lo que sigue.

El mundo que conocemos y que se adhiere a nuestras vidas como una compleja tela de araña, puede significar el escenario de la supervivencia o el fondo del abismo donde caemos y quedamos atrapados inexorablemente. Ese mundo nos proporciona unos lugares excepcionales, singulares, caprichosos, fundados por la inspiración humana, es cierto: existe la bondad del ser humano, el amor al prójimo, la fraternidad, el decoro, la civilización, el compromiso, el altruismo, incluso los milagros (laicos o sociales, entendámonos) y, a veces, gracias a todas estas cosas, caemos en la cuenta de que no es tan malo como, muchas veces, pensamos. Pero, sin embargo, existen en este mundo espacios fijos, firmes, concretos que siempre se reservan a las desigualdades, la injusticia, la iniquidad, el odio, las guerras, el oprobio, la mezquindad, la tortura (física o moral), la cerrazón humana,…

Tomando lo dicho como punto de partida, he descubierto que el único lugar donde puedo entender que la vida se supedita a un mundo justo, noble y respetuoso es un cementerio. En un cementerio, la gente que lo “vive” se respeta, es amable, ama al prójimo. La gente que “vive” allí es igual a los demás hasta que no realiza una labor excepcional. En una verdadera comunidad, cada persona tiene su lugar de honor según su vida, es reconocida, venerada. La muerte concilia a la gente, la armoniza, la calma y la exterioriza hasta formar de sí misma una imagen de verdad. Quizás el único momento que se compara a la muerte, en este aspecto, es el nacimiento; el cual tiene el mismo poder de confortación que antes he expresado. Pensad en todos los demás momentos de la vida y tal vez no encontraréis ningún otro que concilie a tanta gente como esos dos instantes mencionados. Así es la vida, nacer y morir. Sólo se ajusta y es justa a toda virtud en esa brevedad; en lo demás siempre, al fin y al cabo, tiene algún defecto.

Autor: Sotelino

[Tururojo]

Me gusta, el unico defecto que le veo al ensayo es su brebedad y quizas el tema elegido (un poco tetrico) jajajaja es broma, la muerte y temas relacionados es una gran tema en cuanto a pensamientos e inquietudes humanas.

Espero, que nos sorprendas (gratamente) con mas escritos tuyos, sean de la tematica que tu prefieras y sean ensayos, poesias, narrativas o simplemente pensamientos tuyos plasmados en escritura.

Muchas gracias y Saludos.

[Sotelino]

Sí, Tururojo. Espero seguir por aquí ofreciendo ciertos pensamientos e inquietudes que nunca están de más, sinceramente. Un saludo.

[baduser]

[Froyandres]

Es verdad lo que dices, vivo a pocas cuadras de un cementerio y cuando en mi casa no puedo estudiar o realizar algún trabajo por tanta algarabía, me dirijo hacia "el mundo justo" como tu le dices, y en una de las mesas que están allá me dispongo a leer y concentrarme. Es de los pocos lugares donde puedes reflexionar sin distraerte, esa paz que se siente allí es indescriptible, pienso que los cementerios no sólo los creamos para enterrar a nuestros muertos, son para encontrarse con si mismo y de tener un espacio donde leerles a los del más allá

[xlaider]

yo solo quiero acotar algo primero me gusta tu forma de emplear las palabras, en cuanto a la temática empleada tanto el nacimiento como la muerte son breves lapsos en donde nuestra conciencia es nula o casi nula , en cuanto al concepto de justicia (muy empleado por la sociedad pero muy poco sabido por ella) es un termino subjetivo demasiado diría yo ya que, solo se reduce a lo justo e injusto pero la real justicia es relativa y para mi la justicia al 100% es inexistente por que dar a cada cual lo suyo en términos de equidad no siempre es posible el equilibrio se da en la medida que la persona lo estime así.

[Sotelino]

Es muy cierto lo que dices xlaider sobre el concepto de justicia...yo lo uso desde una connotación moral, desde efectivamente la fibra moral (un órgano de valores) que todo ser humano debería de poseer, intrínsicamente.
Gracias a todos por comentar y a ti, Froyandres, decirte que cuando estuve en París visité los cuatro cementerios de la ciudad y fue una experiencia indescriptible. Mágico, de otro tiempo. Saludos.