[Sotelino]

Si el alma posee algún sentido; y si ya puestos, posee el sentido de la audición…No es extraño que diga que Sam Cooke la sobresaltaría con alguna emoción.
Este intérprete afroamericano, parido en las congregaciones Gospel, contiene todo lo necesario (talento, don, carisma, compromiso, aceptación,…) para decir de él que ha sembrado en la historia de la música un campo de culto y de inspiración.
Su voz acompañó la inusitada “arpa” de aquellos que compartieron estudios de grabación o escenario con una ternura, suavidad o delicadeza propias del Éter y con un bramido, estallido o trueno más originarios del Tártato.
Logró llegar a todos los públicos, negros y blancos, en aquella sociedad disgregada americana de los años 50 y 60; hizo de pastor, de soul-man, de crooner,…y todo le venía como una Riddle Song, o sea, como anillo a su garganta portentosa.
Su ascenso a las Top List Americanas le llegó con el single You Send Me, un hito de la música contemporánea por esa forma de modular y deslizar la voz en el tempo de la canción. Luego le siguieron muchas más,…Chain Gang, Twistin’ de Night Away, Another Saturday Night, Wonderful World, Bring it On Home to Me, etc…hasta cerrar el círculo con A Change is Gonna Come, una noche temprana de su vida a la edad de sólo 33 años. Dicha canción empieza así…
”I was born by the river…”, y en aquel río se fue para desembocar en los oídos de todo melómano encantado de disfrutar del placer de tan sublime audición.
SAM COOKE, THE MAN, THE MUSIC, THE LEGEND…THE BEST THAT I’VE EVER HEARD!