El inquilino llama al casero para instarle a que haga reparaciones en su casa:
- “¡Aquí no se puede vivir! ¡Este piso está lleno de ratas...!”.
- “¿De ratas?”.
- “Mire, mire...”.
El hombre pone un trocito de queso en el suelo y en un momento aparecen más o menos tres millones y medio de ratas que se llevan el trozo de queso. El casero dice:
- “Increíble, y, oiga, ¿qué hace ese pulpo en la pared?”.
- “Bueno, ahora vamos con las ratas, de la humedad ya hablaremos luego...”.
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